Si hay algo que caracteriza a este municipio es su espíritu rural, ya que en él es posible disfrutar de la tranquilidad y el sosiego de un medio tan natural. Cualquier época del año es buena para hacer una visita, porque cada estación brinda su peculiaridad al visitante. El colorido de la primavera da paso a la frescura de los bosques y praderías en el caluroso verano; luego con la llegada del otoño se llena todo de intensos matices de colores; luego finalmente en el invierno, la naturaleza parece sumirse en un sueño al arrullo de la lluvia y vestida de la misteriosa bruma. Todo mágico, porque en Asturias todo es mágico si se sabe ver y saborear cada momento, por muy efímero que pueda parecernos.
La orografía de este concejo permite realizar diferentes actividades al aire libre como cazar; pescar en sus tres ríos trucheros; practicar cicloturismo o footing; o también hacer senderismo por las distintas rutas de montaña. Y en el área recreativa de Peña Cabrera, disfrutar del magnífico espectáculo de este balcón natural.
La agricultura y la ganadería son las principales fuentes de ingresos de este concejo. Tierras de labor que sobresalen entre praderías salpicadas de cabañas. Pueblos típicos que se enmarcan en valles y bosques autóctonos, en donde se conservan antiguas tradiciones. Allí, el viajero se puede alojar en alguna casa rural de la zona, así como degustar la magnífica gastronomía local. Eso sí, que en el menú no falte el arroz con leche, plato emblemático y atractivo gastronómico de este rincón de Asturias, y en honor del cual, en Santa Eulalia, la capital del municipio, cada año en el mes de mayo se celebra el "Festival Regional del Arroz con Leche"